CARTA ABIERTA AL CONTROL DE ACCESO AL CIELO

Estimados San Pedro y Santos Arcángeles:

       Me dirijo a ustedes para informarles que el sábado 26 de mayo de 2023 les va a llegar el alma de mi suegro, D. Juan Galarza.

Como sé que tienen mucho trámite burocrático en el control de acceso a la Gloria Eterna —arreglando los papeles de toda la buena gente que reciben a diario— les adelanto en la presente cierta información de interés, con el fin de que agilicen las gestiones para su incorporación inmediata a la zona de la gente excepcional, cerca de Dios. 

Cuando hablen con mi suegro, D. Juan, les dirá que ha tenido siete hijos pero, por favor, apúntenle que son ocho porque —debido al exquisito trato con el que me ha dispensado desde el día que lo conocí, hace más de 40 años— yo me he sentido mucho más querido que un común yerno. Les garantizo que él, con todo el cariño, el respeto, la compañía, los consejos y la complicidad que, permanentemente, me ha brindado, ha sido mi segundo Padre. Háganlo constar en su expediente de entrada, por favor, por si eso le da derecho a una mejor eternidad.

Si son tan amables, me gustaría que en el apartado en el que solicitan a D. Juan que detalle en el impreso de admisión algunos de los momentos más destacados vividos conmigo, añadan estos cinco que les consigno a continuación, por si a él se le ha olvidado alguno, con eso del largo viaje hasta donde están ustedes:

- Hemos compartido miles de desternillantes momentos.

- Nos hemos emocionado con bellísimos sentimientos.

- Hemos disfrutado de interesantes sobremesas.

- Me ha enseñado a enfatizar lo sensible.

- Me ha contagiado de su intensa bondad.

- Me ha hecho, indudablemente, mucho mejor hombre, mejor persona.

       Bueno, no quiero extenderme mucho más, que estarán atareados por ahí arriba.

       ¡Ah!, aprovechen lo bien que cocina para que les haga unos tollos con mojo rojo exquisitos o pellas de gofio dulce con miel y frutos secos… ¡le salen riquísimas!

Y, por favor, háganle llegar un estuche de acuarelas y algunos pinceles para que les pinte un bellísimo cuadro a ustedes, o a Dios o a los ángeles… ¡es un maestro!

El último favor que les pido: me gustaría que al ángel responsable de cruzar los caminos de su hija Milagros y el mío —allá por el año 1983— le dieran de mi parte un millón de gracias. Ella, lleva exactamente los mismos valores que D. Juan, así que he sido, y aún hoy soy, doblemente afortunado.

 Gracias, Juan. Te quiero.

En Santa Cruz de Tenerife, a las 19:00 horas del viernes, 26 de mayo de 2023-05-26

Fdo.: El yerno, Manuel Herrador