De un tiempo a esta parte, lo de
escribir un libro se ha envilecido a extremos nunca antes sospechados. Ahora,
lo singular, no es publicar un libro, sino lo contrario. Y da igual que no lo
escribas tú, y no pasa nada por adornarlo con una buena cantidad de errores sintácticos,
morfológicos y ortográficos. Eso no importa. Es más, hay gente –seguidora fiel
del peculiar artista- que para elevar a la categoría de sentencia divina cualquier
afirmación de su amigo autor, por muy subjetiva o disparatada que ésta sea, te
dice aquello de... “Es que ha escrito un
libro”, y lo remata con eso de... “Va
ya por la tercera edición”.
Claro que hay escritores muy
buenos, gracias a Dios. Pero no es menos cierto que también hay paquetes, plumas que perpetran un texto
y arañan un papel. Como en todo. Bueno, no, como en todo no, en esto de las
letras la cosa va peor que en lo demás, porque la facilidad literaria y poética
que otorga Internet, las redes, los blogs, los talleres de tres horas, los
amigos informáticos y los advenedizos digitales, está versionando con torpeza
el arte de escribir y comunicar, de informar y analizar, de entretener o
investigar, de opinar o reflexionar.
Y..., ¡hala!, me levanto una
mañana, me voy a una imprenta, le pago mil euritos y me hago la primera edición
(100 ejemplares) de mi nuevo libro. Ya soy escritor, novelista, filólogo, poeta,
investigador, erudito, periodista, dramaturgo, ensayista, prosista, articulista,
cronista, historiador, intelectual, publicista, académico, y la hostia. Y los
voy vendiendo, uno a uno, a todo aquel que me conoce. A veinte euros unidad
(incluyendo, gratis, la dedicatoria personalizada). ¡Y a por otra segunda edición,
oiga...!
¡Que no, hombre, que no! Cuánta
razón tenía Carlos V cuando en respuesta a una declaración de guerra, hace
quinientos años, espetó: ”El papel lo aguanta
todo”.
"El papel lo aguanta todo" |
Sabe qué pasa D.Manuel!!! qué es cierto que con las nuevas tecnologías es más fácil abrirse a nuevos mundos, pero en mi basto entender, ahora y en la antigüedad siempre han habido personas muy hábiles para lanzarse a la aventura, tirándose a la piscina sin tener todos los condicionantes necesarios para poder salir ileso de ella...pero da igual, somos libre de escoger y deshacer lo que queramos, libres de fluir y dejar fluir a los demás sin molestar ni que nos molesten. Todo y nada está escrito, no siempre los más intelectuales son los más apropiados, todo depende de la base, la pasión y el buen hacer. Yo, por ejemplo no tengo grandes estudios, pero me siento un poco de todo, soy libre pensadora , poeta, filósofa, intelectual y vividora. Me entendió? Y es verdad, el papel lo aguanta todo......Genial su artículo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por su interés. Un cordial saludo y quedo a su disposición.
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