- ¡Hola, buenos días!, mi nombre
es Carlos González y soy inspector de la Seguridad Social. Preguntaba por el
dueño o el gerente, por favor.
- ¡Hola! Sí, soy yo, dígame, ¿en
qué puedo ayudarle?
- Pues verá, hemos visto que lleva
usted devolviendo los recibos de su autónomo, de la Seguridad Social, de los
últimos once meses y que su empresa no está pasando por su mejor momento. Y al
estudiar con detenimiento su vida laboral hemos comprobado que en los últimos
veinticinco años usted nunca había impagado ni un solo recibo. Además, cruzando
sus datos con Hacienda, también nos aparece que durante más de dos décadas
jamás ha tenido deudas o incidencias por impago.
- Efectivamente Sr. Inspector.
Incluso, fíjese, he podido aguantar a duras penas los cuatro primeros años de
crisis sin devolver nada y atendiendo todas mis obligaciones laborales y
fiscales, pero en los últimos meses..., ya me ha sido imposible, como puede
usted comprobar.
- Bueno, hombre, estamos aquí
para ayudarle.
- ¿Qué me dice? ¿De verdad? ¡No
me lo puedo creer!
- ¡Pues claro, caballero! Usted
ha venido demostrando a lo largo de su vida laboral que ha sido un empresario
modélico, cumplidor y honesto. Y queremos valorar el esfuerzo que ha hecho por
mantener abierta su empresa durante estos últimos años de crisis, ayudándole a
superar este duro tramo final que, sin algo de apoyo, puede ser insalvable para
la economía de su negocio y, en consecuencia, para la de sus empleados y
familias.
- ¡Es increíble, no me lo puedo
creer!, pero si lo normal es que ustedes me sigan acribillando a cartas de
reclamación, multas, embargos e incluso a amenazarme con precintarme el negocio...
¡Ojito, te estamos vigilando! |
- ¡Por Dios, no diga eso!, ya no.
Eso se hacía antes. Ahora, afortunadamente para los pequeños y medianos
empresarios, las administraciones públicas, tanto la nacional como las autonómicas
y municipales, han reestructurado el Cuerpo General de Inspección y ya no
sancionamos, ni embargamos, ni precintamos, solo ayudamos, aconsejamos y
compartimos sus problemas e inquietudes.
- ¡Por fin el sentido común
impera en nuestros gobernantes! ¡Menos mal!
- Mire, nuestra misión ha pasado
a ser de apoyo total al empresario, de personalización de las acciones a tomar
en cada caso, estudiando los antecedentes y la situación singular de cada
unidad de empresa. Nuestro único fin, ahora, es ayudar a que su negocio no
cierre y mantener constante ese apoyo hasta que la situación retorne a unos
parámetros económicos mínimos en los que ya no necesite nuestra ayuda.
- ¿Y cómo lo hacen?
- ¡Sencillo, muy fácil! Activaremos
acciones de promoción de su actividad empresarial y comercial entre las
diferentes administraciones públicas que pasarán a ser nuevos clientes de su
compañía, conmutaremos los importes de sus cotizaciones y tributos a cambio de
recibir sus productos o servicios, le facilitaremos créditos blandos para
reforzar su tesorería y usted comenzará a devolverlos cuando su empresa pueda
afrontarlo económicamente y comience a dinamizarse y consolidarse, en ningún
caso le embargaremos ni bloquearemos sus cuentas bancarias a fin de que usted
pueda seguir domiciliando recibos, ingresar cheques y metálico, usar tarjetas
de crédito, etc., para evitar problemas a usted y a sus clientes, mantendremos
reuniones periódicas con usted para ir viendo si la facturación va poco a poco
creciendo y corregir posibles desequilibrios puntuales y, finalmente, le
ayudaremos a proyectar su actividad comercial más allá de la implantación local
en la que ahora se encuentra, potenciando así el crecimiento de la facturación.
NO COMMENT |
- ¡Dios mío, gracias!, porque con
el sistema anterior de embargos, requerimientos judiciales y multas, en las
próximas semanas hubiera tenido que cerrar.
- ¡Tranquilo, ese sistema de
aplastante presión de poder, de burocracia fría y calculadora, de atención
impersonal a los gobernados y de fracaso seguro de los negocios, no se volverá
a producir! Los políticos, los gobiernos, el aparato del Estado, están para
ayudarles a ustedes, a las mujeres y hombres que forman el tejido empresarial
de la sociedad. Nos hemos dado cuenta a tiempo, y por eso estamos aquí...
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