“UAITBAG”, EL INVENTO TINERFEÑO QUE SUSTITUYE A LAS ANTIGUAS PAPELERAS

Ecológica, limpia, fácil de instalar, económica, transportable y liviana, “Uaitbag” admite simultáneamente basura orgánica, restos plásticos, papel, líquidos, cartón, cerámica, metales y vidrio.

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Una vez más, Canarias se coloca a la vanguardia de la invención de tecnología de eficiencia urbanística, turística y medioambiental. Numerosos usuarios de la línea de guaguas (autobuses) que presta el servicio interurbano en la autovía TF-1 de la isla de Tenerife, han expresado su sorpresa y admiración ante el nuevo sistema instalado en varias paradas colocadas en el citado tramo de carretera. Sin informar previamente a los clientes del servicio público de transportes –ni tampoco a los medios de comunicación- ya se han colocado varios de estos nuevos depósitos de basura que, por su modernidad y tecnología punta, sustituyen a las clásicas papeleras que todos conocemos y, una vez más, posicionan a Tenerife como núcleo de referencia internacional de inventos prácticos de protección urbanística y del medioambiente.

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Como puede observarse en las imágenes 1 y 2, facilitadas por el Área de Creación e Inventiva Tecnológica e Inteligente de Canarias (ACRITIC), el invento consiste en un recipiente fabricado con polímeros procesados que carecen de un punto fijo de evaporación y que poseen, durante un intervalo de temperaturas, propiedades de elasticidad y flexibilidad que permiten moldearlos y adaptarlos a diferentes formas y aplicaciones y que, sus creadores, han denominado “Bolsa Blanca de Plástico”, nuevo término con el que deberemos familiarizarnos y acostumbrarnos a partir de ahora.

A pesar de la complejidad del sistema de enganche y colocación, los inventores afirman que puede ser acoplada a cualquier punto de la estructura de la parada de la guagua, aunque esta facilidad de montaje ha obligado a los técnicos a diseñar dos sistemas diferentes de sujeción. En las imágenes 3 y 4, puede observarse el detalle de ambos mecanismos. El primero de ellos, bautizado con el nombre científico de “nudus” (imagen 3), se compone de un lazo que se estrecha y cierra de modo que con dificultad se pueda soltar por sí solo, y que cuanto más se tira de cualquiera de los dos extremos que previamente han sido plegados y fruncidos por un operario especializado, más se aprieta y más se sujeta al punto de amarre.

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Otra característica destacada de este novedoso sistema se alcanza una vez que la “Uaitbag” está repleta de basura orgánica, restos plásticos, papel, cartón, cerámica, metales o vidrio, y hay que proceder a sustituirla, entonces, el operario que la retira puede desmontarla usando una de las dos nuevas herramientas que se suministran para tal función conjuntamente con el pedido de recambios. Se trata, por un lado, de un instrumento cortante formado por una hoja de metal de un corte solo y con mango (lo han bautizado con el nombre técnico de ‘cuchillo’) y, por otro lado, de un mecanismo compuesto de dos hojas de acero, a manera de cuchillas de un solo filo, y por lo común con un ojo para meter los dedos al remate de cada mango, las cuales pueden girar alrededor de un eje que las traba, para cortar, al cerrarlas, lo que se pone entre ellas (lo han denominado ‘tijeras’).

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Aparte del sistema “nudus”, si el soporte lo requiere, el comprador puede solicitar el otro conjunto de instalación llamado “rodeandus” (imagen 4), igualmente de fácil sustitución. Aunque a primera vista pueda parecer una instalación muy compleja, la realidad es que con esta modalidad no es necesario el uso de herramientas sofisticadas de sujeción ya que el pedido inicial incluye el accesorio denominado ‘alambre’ y que, formado por unos 50 centímetros de hilo delgado obtenido por estiramiento de diferentes metales según la ductilidad de cada uno de ellos (hierro, cobre, latón, etc.), puede sostener la “Uaitbag” firmemente a una columna o poste. Como ha ocurrido ya con otros inventos, también en este se ha pensado en la protección animal, ya que las altas temperaturas habituales en el sur de la Isla facilitarán la fermentación de restos orgánicos y la consecuente llegada de especies en serio peligro de extinción tales como moscas, mosquitos, cucarachas y roedores que, excitados y atraídos por los olores y por el vaivén que el aire proporciona al “Uaitbag”, tienen garantizada su alimentación –tanto de día como de noche- y su total subsistencia futura.

Al caer notablemente la venta de sus manufacturas, los tradicionales fabricantes que comercializaban papeleras y mobiliario urbano convencional, se muestran contrariados y ya han presentado sus quejas formales a las distintas administraciones responsables aunque, por el contrario, los usuarios y todo el ámbito académico e investigador del Archipiélago, han mostrado su total apoyo a esta nueva iniciativa que revoluciona el mundo de los elementos urbanos instalados en la vía pública.