Me siento muy honrado.
Por las confidencias.
Por las carcajadas.
Por compartir vocación.
Por tus secretos.
Por escuchar los míos.
Por vivir la Radio a tu lado.
Por saber que me quieres.
Por tus silencios.
Por conocer a tu gran familia.
Por poner mi voz a tus indicativos.
Por la libertad de opinión que me brindas.
Por no fallarme.
Por cómo hablas de mí a los tuyos.
Por ayudarme a resolver las «Dudas frecuentes».
Por confesarme lo inconfesable.
Por tu nobleza natural.
Por tu intensa compañía.
Por enseñarme virtudes vitales.
Por presentarme buenos amigos.
Por tus valores.
Por el respeto profesional.
Por tu salvaje ironía.
Por ser leal.
Porque dejas huella.
Por compartir proyectos.
Porque eres muy grande.
Por tanto que aguantas.
Porque me tratas exquisitamente.
Porque te importa el cariño.
Por ser el prologuista de mi libro.
Por ser mi amigo.
José Carlos, ¡es un privilegio quererte, compañero!
In memoriam
Cuando se conoce a alguien así, la vida es un regalo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Un abrazo grande.
ResponderEliminarPreciosas palabras DEP amigo
ResponderEliminarEs una pérdida sorprendente y que genera mucha reflexión.
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